Salido de Las mil y una noches, el Balsmand Lake Palace abre sus puertas en medio de la jungla a los peregrinos que llegan desde todo el mundo en busca de salud corporal, mental y espiritual.
La filosofía que rige en este centro se basa en el Ayurveda, término que podría traducirse como la Ciencia de la Vida. Con el convencimiento de la influencia que ejerce la mente sobre las enfermedades corporales, esta ciencia de más de 1200 años de antigüedad, asegura restablecer con antiguos ejercicios de meditación y milenarias recetas de herboristería, el equilibrio mental y, por ende, la plenitud física.
Cada mañana una tisana curativa es lo primero a ingerir mientras nuestros pies son meticulosamente lavados para recibir los beneficios iniciales del Ayurveda. Un desayuno más que sano, con gran variedad de frutas y panes integrales... y de brazos abiertos nos rendimos ante los placeres ocultos de la India. Interminables masajes se ocupan de sanar cada centímetro de nuestro cuerpo.
Para activar y corregir el funcionamiento de los órganos vitales, una máscara de hierbas que pasa del frío al calor es aplicada en el cuerpo a medida que los puntos energéticos en nuestros pies y manos son constantemente masajeados.
Puede maravillarse con el Shiro Dhara -fricciones con aceites vegetales sobre el tercer ojo que alivian las tensiones del tronco superior como los dolores de cabeza y el estrés generalizado- o experimentar las sensaciones del Shiro Lepa, que se centra en el sistema nervioso y la espina dorsal, provocando con sus vapores medicinales el alivio del cuerpo entero.
La tensión y las manchas del rostro desaparecen con el fvtuhkra Lepa, un bálsamo entre compresas de hojas medicinales embebidas en aceites tibios esenciales e inhalaciones que ayudan a purificar la piel y eliminar las toxinas.
Al terminar con los tratamientos diarios, es posible pasear sobre el lomo de un elefante elegantemente ataviado, o concurrir a un excitante safari fotográfico: el paraíso hindú nos regala su sabiduría oriental y enseña a cuidarnos de una manera muy especial.
La filosofía que rige en este centro se basa en el Ayurveda, término que podría traducirse como la Ciencia de la Vida. Con el convencimiento de la influencia que ejerce la mente sobre las enfermedades corporales, esta ciencia de más de 1200 años de antigüedad, asegura restablecer con antiguos ejercicios de meditación y milenarias recetas de herboristería, el equilibrio mental y, por ende, la plenitud física.
Cada mañana una tisana curativa es lo primero a ingerir mientras nuestros pies son meticulosamente lavados para recibir los beneficios iniciales del Ayurveda. Un desayuno más que sano, con gran variedad de frutas y panes integrales... y de brazos abiertos nos rendimos ante los placeres ocultos de la India. Interminables masajes se ocupan de sanar cada centímetro de nuestro cuerpo.
Para activar y corregir el funcionamiento de los órganos vitales, una máscara de hierbas que pasa del frío al calor es aplicada en el cuerpo a medida que los puntos energéticos en nuestros pies y manos son constantemente masajeados.
Puede maravillarse con el Shiro Dhara -fricciones con aceites vegetales sobre el tercer ojo que alivian las tensiones del tronco superior como los dolores de cabeza y el estrés generalizado- o experimentar las sensaciones del Shiro Lepa, que se centra en el sistema nervioso y la espina dorsal, provocando con sus vapores medicinales el alivio del cuerpo entero.
La tensión y las manchas del rostro desaparecen con el fvtuhkra Lepa, un bálsamo entre compresas de hojas medicinales embebidas en aceites tibios esenciales e inhalaciones que ayudan a purificar la piel y eliminar las toxinas.
Al terminar con los tratamientos diarios, es posible pasear sobre el lomo de un elefante elegantemente ataviado, o concurrir a un excitante safari fotográfico: el paraíso hindú nos regala su sabiduría oriental y enseña a cuidarnos de una manera muy especial.