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Guía turística en Kenia

Viajar por Kenia requiere de todas las cosas que uno normalmente lleva cuando parte de viaje . Sin embargo, hay consejos que siempre viene...

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sábado, 12 de marzo de 2011

El Gran Cañón - Technicolor


En technicolor
Comenzar la travesía bien temprano y vivenciar el amanecer , es el mejor consejo. En las inmediaciones de las formaciones rocosas, entre sombras y penumbras, aparecen las primeras luces de la mañana. El Cañón se puede sentir, oler y respirar tal cual ha permanecido por millones de años.

Al principio el descenso es relativamente fácil; el entorno parece un gran telón, una ilusión óptica. Los sentidos se confunden tratando, a la vez, de prestar atención a semejante naturaleza y al camino para evitar accidentarse por un mal paso. El aroma a pino, el surrealismo de las vistas, los colores de la tierra y un cielo descomunal hacen una combinación perfecta.

A medida que el día avanza, el calor aumenta llegando a alcanzar temperaturas comprometedoras; sin embargo, frente a tan imponente grandeza, esa molestia es tan solo un pequeño detalle. Deseosos de mostrar lo que es su verdadero orgullo, los guías suelen desviarse de los senderos para revelar, ante el asombro de sus acompañantes, un fósil milenario o algún vestigio de culturas que habitaron el lugar.

Después de un alto en el camino para descansar e ingerir alimentos, el viaje continúa hasta el Jardín Indio, ubicado en una meseta; si el tiempo es suficiente antes del anochecer, se puede continuar descendiendo hasta el río Colorado; de lo contrario, comenzarán los preparativos para acampar en una zona permitida.

La primera noche bajo las estrellas es una sensación "fuerte". El cansancio queda a un lado frente a esa enorme bóveda oscura plagada de lucecitas y el aullido ocasional de algún coyote. Alrededor de un fogón se comparten las últimas vivencias mientras la noche avanza.

Un bálsamo de aguas, de un azul particularmente intenso, es el gran premio del día siguiente. Al llegar al río Colorado parecería que todo cobrara vida de una manera distinta. Un gomón, que fuera acordado antes de partir, aguarda al intrépido grupo para ir en busca de los rápidos. Para navegar en estas balsas no es necesario ser un experto porque quienes manejan son los guías, mientras los pasajeros se dedican a disfrutar. De todas maneras, es indispensable saber nadar y estar atento a las instrucciones ya que, posiblemente, en algún tramo se deba ayudar con un remo.

La combinación de trekking y rafting es perfecta; después de caminar durante un largo día, navegar durante horas entre esas antiquísimas paredes de piedra, es un regalo del cielo. Pero atención: la adrenalina fluye a la misma velocidad que los rápidos, y si bien hay momentos de aguas tranquilas que se aprovechan para algún chapuzón, un picnic en alguna caleta o tomar fotografías, hay otros de gran acción.

Mojados, cansados, pero felices al extremo, se enciende un fogón para esperar el comienzo de un nuevo día que marcará el principio de una nueva aventura: el regreso.

miércoles, 9 de marzo de 2011

El Gran Cañón del Colorado


Cuenta la historia que un río cargado de arena, piedras y barro, en medio de violentos terremotos cortó la tierra como si fuera una gran sierra elevándola hasta el cielo. Cuando los temblores cesaron y la luz volvió a reinar, el mundo pudo apreciar, por primera vez, la grandeza del Gran Cañón del Colorado.

Desafío máximo aun para los más osados deportistas, el Gran Cañón seduce por sus tentadores peligros. Torrentes de adrenalina y satisfacción esperan a los amantes de la aventura en un escenario natural inigualable.

A cada minuto la luz del sol cambia los colores y las formas de los monumentos rocosos, convirtiendo la escena en un espectáculo admirable.

Suele suceder que un paseo de un día por este paraíso tocado por la mano de Dios, sorprenda a tal punto que muchos extienden la experiencia tomando luego alguno de los tours "multidías" que permiten recorrer el Cañón a pie, por río, en muía, en tren o sobrevolándolo en avioneta o helicóptero.

Ubicado al este del estado de Arizona, en la parte oeste de Estados Unidos, el Gran Cañón del Colorado es una enorme grieta en la tierra con más de lóOOm en su parte más profunda, resultado directo de fenómenos naturales -como terremotos, volcanes, y la erosión producida por el agua y el viento- que se suceden desde tiempos inmemoriales.

El río Colorado, el Parque Nacional del Gran Cañón, la zona de recreación del lago Mead y el Parque Nacional Zion conforman un circuito que hace las delicias de los amantes de la naturaleza y del turismo-aventura.

La margen sur del Cañón (South Rim) está abierta todo el año y es la más visitada, concentrando gran parte de los servicios. La margen norte (North Rim) permanece bloqueada por grandes cantidades de nieve en invierno, por lo que está abierta desde mediados de mayo a octubre.

viernes, 4 de marzo de 2011

El Gran Cañón - El corazón del gigante


El corazón del gigante

Para internarse en las gargantas rocosas del Colorado y sentirse parte de la creación, hay infinidad de opciones que alimentan el espíritu aventurero.

Las formas que más adeptos han ganado son el trekking y el rafting.

Antes de embarcarse en una empresa de este tenor, que seguramente insume varios días de ejercicio físico, sin comodidades y con estrellas como único amparo por las noches, es necesario tener presente que muy probablemente en algún momento uno se encuentre desnorteado, que las ampollas aparecerán en los pies, que la lluvia podrá caer sin aviso, y que confusas visiones de un baño caliente y ropa limpia acechen al intrépido equipo.

La expedición por las márgenes sur a norte lleva unas cinco jornadas. Preparar el descenso para acampar por unos días implica trámites previos que, por lo general, la gente desconoce. Es necesario obtener un permiso en la oficina del Grand Canyon

National Park, por razones básicas de seguridad: más de un visitante que se internó solo, se perdió sin poder ser encontrado por la guardia del parque.

La autorización puede tardar meses en ser otorgada por la gran demanda, la cual excede los cupos permitidos. Una vez obtenido el permiso, se recibe un manual de normas a respetar dentro del parque. Si se infringe la ley, el irresponsable es expulsado sin titubear.

Hay cuatro zonas donde está permitido acampar: Corridor, Thresold, Primitive y Wild. Las rutas a seguir son más de 30 y se clasifican según sus dificultades. Quizás por su belleza y por ser una de las menos peligrosas, la ruta del camino Bright Angel sea la más conocida.

Con permisos obtenidos, ruta definida y guía contratado, la odisea comienza...