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miércoles, 2 de marzo de 2011

Turismo en la Isla de Pascuas


Te Pito Te Kura es una piedra negra esférica que muchos afirman es "el verdadero ombligo del mundo", lo que precisamente significa su nombre en rapa nui. Cerca de allí está el ahu Pito Kura, el santuario que posee el mayor moai que se haya transportado desde la cantera de Rano Raraku para levantar en otro sitio. Mide casi 10m, pesa 82 toneladas y tenía un "gorro" de casi 12 toneladas.

Las playas de Anakena y Ovahe se encuentran en el lado opuesto a la arista en que se ubica Hanga-Roa. Anakena parece posar para un afiche de turismo: está rodeada de palmeras, con arena blanca y agua cristalina. Pero a las características propias de una isla del Pacífico, Anakena le suma los encantos de la arqueología pascuense. Los ahus Ñau Ñau y Ature son parte del paisaje que enfrenta al mar.

Ovahe es más pequeña y solitaria que Anakena, pero más salvajemente hermosa. Para disfrutar del sol, hay que ir durante la mañana, ya que a partir de las cuatro de la tarde queda totalmente en sombras. Es la playa indicada para aquellos que quieran practicar deportes como surf (haka neni en rapa nui) y morey, ya que sus olas son alborotadas.

Además de esos deportes, en Rapa Nui se practica la pesca, el buceo, el snorkel y la caza submarina. Pero Pascua tiene su deporte autóctono, el haka pei, que consiste en el deslizamiento desde un cerro en troncos de plátanos.

El Parque Nacional de Rapa Nui proporciona alternativas recreativas como trekking, cabalgatas, buceo, fotografía, pesca, recorridos culturales y observación de flora y fauna. El parque conserva muestras de los principales tesoros arqueológicos y naturales de Rapa Nui, clasificadas según la colección a la que pertenecen.

COMO LLEGAR: Isla de Pascua cuer con el aeropuerto de Mataveri. Llegan vi los tres veces por semana desde Santiago Chile, y dos veces desde Tahití. En la isla pueden alquilar autos, motos, bicicletas o i ballos. El taxi es una de las maneras más t ratas para conocerla.

ALOJAMIENTO: Los precios de los hoteles oscilan entre US$50 y US$200. Otra alte nativa son las "residenciales", grandes cas que ofrecen piezas para dormir; los preci fluctúan entre los US$25 y US$60, pero r aceptan tarjetas de crédito.
Los platos más tradicionali son preparados a base de pescado y frute del mar. Algunos, como el ceviche (pescad crudo con limón), provienen de la tradició chilena; pero también hay ofertas culinaria orientales como el sushi japonés. La langost es otro de los manjares de la isla.

IDIOMA: El oficial es el español. Los isle ños también hablan pascuense o rapa nui.
Peso chileno, dólar americano Es recomendable viajar con dinero cambia do, ya que en la isla el cambio es un trámití lento y complicado. La temperatura promedio es de 21° C; la máxima nunca supera los 30°C, ni la mínima desciende de 14°C Es común que llueva un par de veces por día; sin embargo, las lluvias no son frías, y de corta duración.

Más allá de sus playas y sus antiguos y misteriosos tesoros legados por sus primeros habitantes, Isla de Pascua tiene algo que pocos lugares en el mundo pueden ostentar: paz, mucha paz. Las pocas luces que aparecen de noche permiten acostarse en el suelo, mirar al cielo y encandilarse con el brillo de las estrellas, sin nada que moleste, con el sonido del mar de fondo, mientras los silenciosos moais velan el descanso.

domingo, 27 de febrero de 2011

La Isla de Pascuas


Sus primeros habitantes la llamaron Rapa Nui, hasta que en 1722 los europeos arribaron a sus costas un domingo de Pascuas y la rebautizaron. Desde ese momento, ha cautivado con su infinidad de misterios y riquezas arqueológicas.

Rapa Nui se pierde en la inmensidad del océano, tanto que parece estar más cerca del cielo que de tierra firme. Es un triángulo de apenas unos lóOknr, con un volcán en cada una de sus aristas. Parte de su encanto se lo da su origen volcánico, ya que lo viste de tonalidades ocres y amarillas.

En la isla más oriental de la Polinesia, y está tan aislada de otras tierras que sus nativos llegaron a creer que era la única civilización del mundo. Actualmente, los descendientes de esos habitantes originarios conforman el 70 por ciento de los poco menos de 3000 isleños. Esta escasa población vive principalmente en Hanga-Roa, capital y única ciudad de Isla de Pascua.

Tan bella como enigmática, todo en Rapa Nui esconde algún secreto. Pero de todos los misterios, sin dudas el mayor tiene que ver con los moais, esas gigantescas estatuas que representan a la isla. Hasta ahora ningún científico ha podido descubrir su significado, ni tampoco cómo un pueblo que no conoció la rueda, transportó esas pesadas rocas de un lado a otro del territorio.

De todos los ahus (santuarios), el Akivi es el único que tiene moais mirando hacia el mar. La tradición dice que el rey Hotu Matúa envió a siete exploradores a buscar nuevas tierras, y que encontraron esta isla. Los siete moais de ahu Akivi, en las laderas del volcán Maunga Terevaka, recordarían a los exploradores originarios. Es por ello que miran hacia el mar, en dirección al punto desde donde vinieron.

Los rapa nui, naturales de Pascua, tenían un extraño rito religioso llamado Tangata Manu, el culto al hombre pájaro. Por medio de una competencia se elegía al hombre pájaro, quien vivía durante todo su reinado en el cráter del volcán Rano Kau.

Actualmente visitar la aldea ceremonial Orongo, donde se celebraba el culto, es uno de los principales paseos de Pascua.
Impresionante es la vista que ofrece desde el borde del volcán: adentro del cráter hay un lago; afuera un precipicio que cae directo al mar.

Otro lugar fascinante es el cráter Rano Raraku, de cuya cantera se extraían las piedras volcánicas para tallar los moais. Es un sitio para recorrer íntegramente-. Las 394 estatuas a medio terminar en las laderas externas e internas del cráter, permiten apreciar el proceso que llevaba realizarlas.

Caminando se puede encontrar algo nuevo a cada paso: el Tuturi, único moai de rodillas, o el Gigante, una estatua de más de 20m que quedó inconclusa. El tope del cráter es el mejor mirador de la isla, ya que permite apreciarla en todo su esplendor. Cerca de Rano Raraku está el ahu Tongariki, santuario con los moais más deslumbrantes.