Desde 1933, cuando por primera vez la ciudad se vistió formalmente para recibir la Navidad, los neoyorquinos mantienen un idilio con las fiestas que renuevan todos los años a partir de los primeros días de noviembre.
EI árbol gigante del Rockefeller Center, las fabulosas vidrieras, un Papá Noel en cada esquina de las ajetreadas calles, villancicos por doquier, y luces que titilan en los árboles hacen imposible escapar al espíritu navideño que contagia a todos por igual.
"Estoy soñando con una Navidad blanca" dice la canción del inolvidable Bing Crosby. Y es cierto que para nosotros, los uruguayos, todavía resulta extraño comer lechón y nueces con 30°C de calor, la noche del 24 de diciembre. Por eso, cada vez más, hay quienes se animan a tocar la verdadera nieve y dejar en casa la bolsita de espúmapi asi picado.
Los neoyorquinos se jactan de haber inventado una Navidad con un despliegue muy particular. Los espectáculos están a la orden del día en Broadway y en las calles, el clásico ¡ingle Bells acompaña a los transeúntes a cada paso.
Rockefeller Center
El punto más concurrido por estas fechas es este Centro ubicado entre fas calles 49 y 50. El pasado 29 de noviembre, a las 9 de la noche, miles de personas se reunieron para presenciar la ceremonia que marcó el comienzo "oficial" de la Navidad en Nueva York: el encendido de las 20.000 luces del árbol gigante. Una avenida flanqueada por enormes ángeles con sus trompetas celestiales enmarca el árbol de 80 pies de altura que este año viene de un pequeño pueblo en Westchester.
EI árbol gigante del Rockefeller Center, las fabulosas vidrieras, un Papá Noel en cada esquina de las ajetreadas calles, villancicos por doquier, y luces que titilan en los árboles hacen imposible escapar al espíritu navideño que contagia a todos por igual.
"Estoy soñando con una Navidad blanca" dice la canción del inolvidable Bing Crosby. Y es cierto que para nosotros, los uruguayos, todavía resulta extraño comer lechón y nueces con 30°C de calor, la noche del 24 de diciembre. Por eso, cada vez más, hay quienes se animan a tocar la verdadera nieve y dejar en casa la bolsita de espúmapi asi picado.
Los neoyorquinos se jactan de haber inventado una Navidad con un despliegue muy particular. Los espectáculos están a la orden del día en Broadway y en las calles, el clásico ¡ingle Bells acompaña a los transeúntes a cada paso.
Rockefeller Center
El punto más concurrido por estas fechas es este Centro ubicado entre fas calles 49 y 50. El pasado 29 de noviembre, a las 9 de la noche, miles de personas se reunieron para presenciar la ceremonia que marcó el comienzo "oficial" de la Navidad en Nueva York: el encendido de las 20.000 luces del árbol gigante. Una avenida flanqueada por enormes ángeles con sus trompetas celestiales enmarca el árbol de 80 pies de altura que este año viene de un pequeño pueblo en Westchester.
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