Con el cansancio del viaje ya en el olvido, el único apremio del nuevo día consiste en internarse dentro del laberinto que forman las innumerables calles empedradas. De la misma manera que se visita Picadilly Circus en Londres, o La Place de la Concorde en París, para obtener una primera impresión de este lugar hay que dirigirse directamente a la Piazza San Marco.
En este, el espacio al aire libre más grande de la ciudad, una gran multitud comparte el piso, las escaleras de los edificios o la mesa de algún café, para dedicarse a la lectura o a dibujar las delicadas fachadas que asoman por doquier.
Parados en el centro de la plaza y girando 360 grados, se puedenapreciar las maravillas arquitectónicas que se han erigido a través de los siglos. El Museo Correr, construido por Napoleón para que allí funcionase un gran salón de baile, alberga hoy día una colección que relata la historia de este grandioso pueblo.
La Torre dell'Orologio anuncia con sus campanadas el cambio de hora desde el año cubierto por más de 3000 piedras preciosas.
La lista es tan extensa que resulta imposible recorrer todos los lugares, así que es recomendable ir conociéndolos de a poco.
En este, el espacio al aire libre más grande de la ciudad, una gran multitud comparte el piso, las escaleras de los edificios o la mesa de algún café, para dedicarse a la lectura o a dibujar las delicadas fachadas que asoman por doquier.
Parados en el centro de la plaza y girando 360 grados, se puedenapreciar las maravillas arquitectónicas que se han erigido a través de los siglos. El Museo Correr, construido por Napoleón para que allí funcionase un gran salón de baile, alberga hoy día una colección que relata la historia de este grandioso pueblo.
La Torre dell'Orologio anuncia con sus campanadas el cambio de hora desde el año cubierto por más de 3000 piedras preciosas.
La lista es tan extensa que resulta imposible recorrer todos los lugares, así que es recomendable ir conociéndolos de a poco.
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