Situado en las costas del Mediterráneo oriental, el Líbano tiene como países limítrofes a Siria e Israel. Pequeña república de 10.452 km2, posee en tan escaso territorio una variedad inimaginable de paisajes, costumbres y confesiones religiosas. Montañas con nieves eternas, valles fértiles y playas bañadas por las incomparables aguas mediterráneas.
Lugar de paso entre el mundo oriental y occidental desde hace siglos, ofrece valiosos testimonios El Valle de Baalbeck concentra la mayor parte de los testimonios de la cultura romana e islámica.
De las más grandes civilizaciones que han dejado sus huellas -aún hoy visibles- a lo largo de seis milenios.
En una población de cuatro millones de habitantes, principalmente dedicados al comercio y a la agricultura, conviven católicos de diferentes ritos y musulmanes, en un clima de respeto y tolerancia de sus creencias y costumbres. Se caracterizan por su amabilidad, hospitalidad y calidez con los extranjeros que los visitan.
Mujeres bellísimas con su cabello -y a veces también su rostro- cubierto, comparten el mismo espacio con mujeres que lucen las mejores prendas de marcas occidentales; la campana de una iglesia se confunde con el llamado a la oración de los musulmanes. Esta es la esencia del Líbano, lo que lo hace diferente y cautivante.
Lugar de paso entre el mundo oriental y occidental desde hace siglos, ofrece valiosos testimonios El Valle de Baalbeck concentra la mayor parte de los testimonios de la cultura romana e islámica.
De las más grandes civilizaciones que han dejado sus huellas -aún hoy visibles- a lo largo de seis milenios.
En una población de cuatro millones de habitantes, principalmente dedicados al comercio y a la agricultura, conviven católicos de diferentes ritos y musulmanes, en un clima de respeto y tolerancia de sus creencias y costumbres. Se caracterizan por su amabilidad, hospitalidad y calidez con los extranjeros que los visitan.
Mujeres bellísimas con su cabello -y a veces también su rostro- cubierto, comparten el mismo espacio con mujeres que lucen las mejores prendas de marcas occidentales; la campana de una iglesia se confunde con el llamado a la oración de los musulmanes. Esta es la esencia del Líbano, lo que lo hace diferente y cautivante.