Las calles de Parati, en Brasil, siguen, aún en la actualidad, intactas, incluso los caballos que tiran de los carruajes posan sus característicos sombreros de junco para protegese del astro rey. Se sigue moviendo su gente con las entrañables bicicletas y en la noche no falta ni la cachaca ni la música. El ritmo de la bossa nova se desliza en la brisa de las tardes en Parati.
Si se ha decidido a conocer sus playas lo más aconsejable es adentrarse mar adentro y aprovechar la magia de las islas e islotes que cerca del pueblo se encuentran. Allí la arena es realmente blanca y fina con una gran cantidad de palmeras.
No hay lugar a dudas en que las mejores playas están en las islas. No hay posibilidades de aburrirse en un lugar así, pues su gente es festiva y musical, los tambores y los sonidos de las batucadas abundan, los bailes y reuniones locales. Si estaba en dudas de conocer este lugar, no lo dude más no existe la posibilidad de arrepentirse.
Si se ha decidido a conocer sus playas lo más aconsejable es adentrarse mar adentro y aprovechar la magia de las islas e islotes que cerca del pueblo se encuentran. Allí la arena es realmente blanca y fina con una gran cantidad de palmeras.
No hay lugar a dudas en que las mejores playas están en las islas. No hay posibilidades de aburrirse en un lugar así, pues su gente es festiva y musical, los tambores y los sonidos de las batucadas abundan, los bailes y reuniones locales. Si estaba en dudas de conocer este lugar, no lo dude más no existe la posibilidad de arrepentirse.
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