Santiago de Compostela

Ya en Santiago y claramente complacido de estar en España , pero ha advertido , no aflojar en Portugal , el amor al prójimo.
Ir a Santiago tiene el simbolismo más allá de una simple ciudad española , es un lugar de peregrinación. En muchas partes del mundo vendrán a Santiago para ir a la Catedral , antes de que dudo que nadie sea indiferente.

Desde mi punto de vista , la ciudad no es muy grande . Pero de acuerdo con los hechos ( más correctamente los hechos que están en SAPO saber ) en 2004 tenía 92.298 habitantes y una superficie de 221,50 kilometros ² , en comparación con las ciudades portuguesas como la hay para Aveiro.

En este viaje que yo llamo una escapada de 3 días, buenas para hacer un fin de semana , teniendo la oportunidad de pasar por varias ciudades.

En cuanto al Hotel Hesperia Peregrino fue una buena elección , teniendo en cuenta la ubicación , la accesibilidad para los que van en coche y calidad de la habitación . Sin embargo, hay muchas opciones para todos los gustos y las " carteras " . Por supuesto que hay variables importantes a tener en cuenta la época del año , las promociones y el disco de avance hace que los precios varían mucho.

Santiago - Plaza de Armas

Plaza de Armas.

Es el corazón de Santiago e incluye los edificios cívicos, culturales y religiosos que se encuentran a su alrededor: la Real Audiencia y la Casa de los Gobernadores de Chile (hoy Municipalidad de Santiago y Casa Central de Correos, respectivamente) , la Catedral Metropolitana y el Portal Fernández Concha.

Frente a la Catedral, se destaca el monumento en honor al primer cardenal chileno, José María Caro, y en el centro un monumento de mármol de Carrara denominado "A la Libertad de América", en el que están representados episodios de la lucha de los países latinoamericanos por su independencia.

En el costado surponiente, en el año 1992, se inauguró el monumento al "Pueblo Indígena", en homenaje al valor de nuestros antepasados.

Las rías Baixas

Camino a las rías Baixas

Después de 4 horas charlando y compartiendo rosquillas caseras, los 20 minutos de fuegos artificiales saben a poco. Pero uno se va con una buena reserva de consejos turísticos para aprovechar mejor el recorrido por las rías bajas de los días siguientes. Primero: hay que pasar a ver los hórreos más largos de la costa. Estos son almacenes de maíz montados sobre columnas de piedra que los aislan de los animales y de la humedad. Más al sur, en la ría de Pontevedra, se encuentran esparcidos entre las casas de los pescadores, lo cual les agrega un encanto especial.

Segundo: es preciso prever dos paradas en las rías de Muros y Noia. Una para admirar el dolmen de Axeito; la otra, para echar un vistazo al castro de Baroña. Las palabras céltico-gallegas dol (mesa) y men (piedra) no especifican si se trata de una sepultura, un altar o un refugio. Los especialistas tampoco están del todo seguros de la identidad de los pobladores de los castros galaicos, probablemente celtas. Son pequeños enigmas sin resolver queenvuelven de misterio estas huellas de culturas desaparecidas.

Tercero: no faltan los mojones en forma de cruces en el camino, el cruceiro. Los personajes bíblicos que bajan a Cristo de la cruz impresionan por la opulencia de los detalles esculpidos en un bloque de granito.

El destino último del Camino de Santiago es Galicia, cuya música popular vive un momento muy creativo. Grupos como Berrogüetto han recuperado la cultura de sus abuelos para llevarla, de manera respetuosa y creativa, hacia un futuro lleno de posibilidades. Wiaxe por Urticaria (Boa Music) es un excelente ejemplo.

Camino de Santiago (1999). La acción de este curioso thriller, que se rodó con motivo del Jacobeo, transcurre en los paisajes que atraviesa el Camino. Dirigido por Robert Young, su principal aliciente es la participación en el reparto de varias estrellas internacionales, incluidas viejas glorias de la talla de Charlton Heston o Anthony Quinn (con su inseparable hijo Lorenzo). También aparecen prestigiosos actores españoles, como Imanol Arias, luán Echanove o (osé Sancho.

Turismo en Galicia - Santiago

Santiago es un reducto del tiempo, con soportales que guardan mesones en rúas empedradas, balconadas de pasos aristocráticos y fachadas platerescas, rococó y neoclásicas. Reivindica 192 días de lluvia al año, y las gárgolas de piedra que vomitan agua desde los tejados románicos, góticos y barrocos, hacen pensar que en esta ciudad "la lluvia es arte".

La importancia de la llegada, aunque no caiga en domingo como en los años Jacobeos, hace que peregrinos y turistas acudan en masa. Es imposible no verlos a pie, en bicicleta, en moto o a caballo, viajando o descansando por doquier y confirmando el lema según el cual "todos los caminos pasan por Santiago antes de llegar a Roma". Cuando se les pregunta qué tal el viaje, todos están encantados con la experiencia. Los peregrinos voluntarios parecen más entusiastas.

Al llegar a la ciudad y para concluir su viaje de acuerdo con la tradición, cumplen con el rito de dejar su huella en la columna central del Pórtico de la Gloria. Otros van a un restaurante de la calle Franco para probar una mará, la típica concha de Santiago o un queso de tetilla, según manda la gastronomía. Los más afortunados se instalan en el Hotel dos Reis Católicos, el magno edificio del antiguo Hospital Real, donde los peregrinos recibían ayuda. Pero la mayoría deambulan por la ciudad invadida por los gaiteros y por los grupos folclóricos que bailan y cantan en la ciudad vieja.

A partir de las 8pm empiezan a sentarse en el suelo a fin de ocupar un sitio para el espectáculo nocturno.

Hay dos opciones: instalarse en primera fila, en la plaza de la catedral, entre un baño de voces francesas e inglesas, o buscar un espacio más abierto, pero también más lejano. Las alturas del Parque de la Herradura ofrecen una buena alternativa. Allí se juntan todos los gallegos afincados fuera de Galicia que no quieren perderse la fiesta. Siguen horas de espera que favorecen la tertulia.

Los gallegos son gente acogedora y de mente abierta, porque conocen la realidad del mundo por experiencia propia o por intermedio de un familiar. De modo que los forasteros son algo así como los vecinos potenciales de los parientes emigrados.