La capital mundial de los habanos... es norteamericana. Por muy loco que pueda sonar, la historia parece darles la razón a los estadounidenses. Esta ciudad nace en 1886, con la primera fábrica de tabaco de la zona, de la mano de Vicente Martínez Ybor y Don Ignacio Haya; los tabacaleros eran italianos, españoles y cubanos y producían 400 millones de puros por año. Con el embargo a Cuba y la depresión, la industria desapareció pero dejó la influencia latina muy visible en la arquitectura y las costumbres: balcones, rejas de estilo colonial y la típica "movida latina" en restaurantes, galerías y boliches "in", con shows de salsa, jazz y blues.
Para comprender mejor su rico pasado, lo ideal es ir por el Ybor City State Museum, ubicado en una antigua panadería. La 7a avenida concentra gran parte de la actividad en estas manzanas, que los fines de semana se vuelven casi intransitables.
En González y Martínez se arman puros al mejor estilo La Habana; sobre esta vía se encuentra el restaurante Columbia, el reducto hispano más "in" del lugar, manejado por la misma familia desde 1905. Se pueden saborear tapas, empanadas, paella, chorizos y una ensalada cuya receta tiene tantos años como el establecimiento. El menú se completa con flamenco en vivo.
Para comprender mejor su rico pasado, lo ideal es ir por el Ybor City State Museum, ubicado en una antigua panadería. La 7a avenida concentra gran parte de la actividad en estas manzanas, que los fines de semana se vuelven casi intransitables.
En González y Martínez se arman puros al mejor estilo La Habana; sobre esta vía se encuentra el restaurante Columbia, el reducto hispano más "in" del lugar, manejado por la misma familia desde 1905. Se pueden saborear tapas, empanadas, paella, chorizos y una ensalada cuya receta tiene tantos años como el establecimiento. El menú se completa con flamenco en vivo.
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