Ciudad Nueva
Jerusalén moderna no destaca arquitectónicamente; usted no verá grandes ni monumentales edificios, pero sí una urbanización planificada que tiene como núcleo la Ciudad Antigua -alrededor de la cual el desarrollo es rápido y continuado- que conserva la atmósfera mística y antiquísima. Los nuevos barrios tratan de mantener el estilo de construcción de los antiguos y rápidamente las casas han cubierto las laderas de los montes adyacentes.
El decreto de 1918 del ""Alto Comisario británico salvó el paisaje arquitectónico de lerusalén: establecía que en adelante no se podría construir edificios que no llevaran la piedra blanca y dorada propia del lugar, de forma que "cuando lo antiguo une a lo nuevo, la ciudad tiene notable continuidad en tono y textura".
Una forma práctica de conocer jerusalén y de ganar tiempo es tomar el autobús circular (número 99) que sale de la puerta de Jaffa cada hora y tiene treinta y cuatro paradas en los lugares más importantes. Centrada en el triángulo comercial determinado por la traficada calle de Jaffa, King George y la peatonal Ben Yehuda, Nahalat Shiva, justo en el punto sur de la calle Ben Yehuda, es la zona más importante del área nocturna.
La antigüedad de Israel, la sofisticación y la riqueza artística van de la mano en el Museo de Israel. Contiene una muestra muy representativa de arte, mosaicos bizantinos, pinturas de Rembrandt, Renoir y Kan-dinsky, el salón de Louis XV de la París Rothschilds, arqueología, esculturas y los rollos encontrados en el Mar Muerto que datan de 2000 años.
Mea Shearim es el barrio ultraortodoxo judío, donde la modestia en el vestir no se pide, se exige; mire los letreros que advierten contra la impudicia en el vestir. A los judíos ultraortodoxos se les llama haredim, que literalmente quiere decir "temerosos de Dios".
Los gorros de piel, los abrigos largos y las largas patillas (peyot) son tradiciones procedentes de la Europa Oriental; las mujeres deben llevar la cabeza cubierta (con pañuelos o pelucas) en estricta observancia de la ley judía. Los visitantes deben tener la precaución de no tomar fotografías, tal como los carteles lo indican. Este barrio, detenido en el tiempo, es en sí mismo una expresión de fe.
Lo que está dentro de las paredes de la ciudad vieja es incomparable, es un nudo de fe. Frailes franciscanos, sacerdotes griegos y armenios, ministros ultraortodoxos, cristianos etíopes, judíos, trabajadores, policías, soldados, escolares, guías, mendigos, mochileros... transitan permanentemente la puerta de Jaffa. Las impresiones son contradictorias: lerusalén es critica y única. Y obliga a reflexionar.
Jerusalén moderna no destaca arquitectónicamente; usted no verá grandes ni monumentales edificios, pero sí una urbanización planificada que tiene como núcleo la Ciudad Antigua -alrededor de la cual el desarrollo es rápido y continuado- que conserva la atmósfera mística y antiquísima. Los nuevos barrios tratan de mantener el estilo de construcción de los antiguos y rápidamente las casas han cubierto las laderas de los montes adyacentes.
El decreto de 1918 del ""Alto Comisario británico salvó el paisaje arquitectónico de lerusalén: establecía que en adelante no se podría construir edificios que no llevaran la piedra blanca y dorada propia del lugar, de forma que "cuando lo antiguo une a lo nuevo, la ciudad tiene notable continuidad en tono y textura".
Una forma práctica de conocer jerusalén y de ganar tiempo es tomar el autobús circular (número 99) que sale de la puerta de Jaffa cada hora y tiene treinta y cuatro paradas en los lugares más importantes. Centrada en el triángulo comercial determinado por la traficada calle de Jaffa, King George y la peatonal Ben Yehuda, Nahalat Shiva, justo en el punto sur de la calle Ben Yehuda, es la zona más importante del área nocturna.
La antigüedad de Israel, la sofisticación y la riqueza artística van de la mano en el Museo de Israel. Contiene una muestra muy representativa de arte, mosaicos bizantinos, pinturas de Rembrandt, Renoir y Kan-dinsky, el salón de Louis XV de la París Rothschilds, arqueología, esculturas y los rollos encontrados en el Mar Muerto que datan de 2000 años.
Mea Shearim es el barrio ultraortodoxo judío, donde la modestia en el vestir no se pide, se exige; mire los letreros que advierten contra la impudicia en el vestir. A los judíos ultraortodoxos se les llama haredim, que literalmente quiere decir "temerosos de Dios".
Los gorros de piel, los abrigos largos y las largas patillas (peyot) son tradiciones procedentes de la Europa Oriental; las mujeres deben llevar la cabeza cubierta (con pañuelos o pelucas) en estricta observancia de la ley judía. Los visitantes deben tener la precaución de no tomar fotografías, tal como los carteles lo indican. Este barrio, detenido en el tiempo, es en sí mismo una expresión de fe.
Lo que está dentro de las paredes de la ciudad vieja es incomparable, es un nudo de fe. Frailes franciscanos, sacerdotes griegos y armenios, ministros ultraortodoxos, cristianos etíopes, judíos, trabajadores, policías, soldados, escolares, guías, mendigos, mochileros... transitan permanentemente la puerta de Jaffa. Las impresiones son contradictorias: lerusalén es critica y única. Y obliga a reflexionar.
