Turismo en Palm Beach

Apenas uno pone un pie en estas distinguidas calles es inevitable pensar que esta, la Visla más lujosa del mundo, sería el escenario perfecto del show Ricos y Famosos.

A fines del siglo XIX, Flagler, un magnate del ferrocarril, se enamoró de las blancas arenas y las palmeras y decidió construir un hotel entre el Atlántico y el lago Worth: el mítico Royal Ponciana.

El hotel desapareció, pero le dio a Palm Beach el empujón necesario para que se convirtiera en el lugar preferido de los millonarios, que comenzaron a levantar sus residencias de verano; el arquitecto Addison Mizner y su estilo de Renacimiento Mediterráneo eran la dupla imbatible del momento. Los palacetes del Ocean Boulevard miran soberbios al mar turquesa; entre ellos.

Mar a Lago, un palacio de estilo moro con 188 habitaciones, que supo ser residencia del magnate Donald Trump y hoy día está convertido en club privado. Todo es chic: desde los negocios de la Worth Ave. hasta el imponente hotel The Breakers que ofrece visitas guiadas para aquellos que no puedan permitirse la exorbitancia que piden por la doble. La zona de West Palm Beach, a diferencia de Worth Ave., tiene tiendas y restaurantes con precios accesibles.

El Parque Forestal (Chile)

Forestal

Corre a lo largo de la ribera sur del río Mapocho, entre las plazas Baquedano y Prat. Es un hermoso paseo de 12ha con frondosos árboles, construido en los terrenos ganados al río gracias a su canalización en 1891.

Hacia el interior los caminos son curvos y están rodeados por tal variedad de árboles, que rara vez hay más de dos de la misma especie.

Está poblado por monumentos que homenajean a los Mártires de la Aviación, Rubén Darío, escritores de la Independencia, y excelentes grupos escultóricos, como el que evoca el Combate Naval de Iquique, las estatuas a ícaro y Dédalo, La Gloria, el Dios Pan y la admirable Fuente Alemana.

Alberga tres museos: el Nacional de Bellas Artes, el de Arte Contemporáneo y el de Arte Popular Americano.

St. Petersburg-Clearwater

Apenas una década después del mítico vuelo de los hermanos Wright en Kitty Hawk, el pri-mer boleto de avión era emitido por la St. PetersburgTampa Airboat Line a un temerario pasajero, un Io de enero de 1914. Este histórico hecho convirtió a la zona en la cuna del transporte aéreo comercial y lo recuerda con una placa en el aeropuerto Internacional de St. Petersburg-Clearwater.

Hoy en día, hordas de turistas desembarcan en esta terminal, más ansiosos por volcarse a la gloriosa costa que por enterarse de tan mentado acontecimiento; sin embargo, además del rosario de hermosas playas como Madeira Beach, Iridian Rocks, Redington y Treasure lsland -incluyendo las de St. Petersburg y Clearwater- esta porción de tierra bañada por el golfo de México al oeste y la bahía de Tampa al este, combina propuestas que van más allá de la oferta tradicional de un balneario.

A sus playas y los infaltables parques temáticos, se suman siete museos, dos docenas de galerías, un distrito gastronómico variadísimo y algunos de los más reconocidos anticuarios, todo lo cual la ha convertido en la costa cultural de la Florida.

Los habitantes de este pueblo costero conservan una sana costumbre: presenciar y venerar los crepúsculos. Al grupo de fanáticos que tarde a tarde buscaban admirar este espectáculo natural, poco a poco fueron uniéndoseles artistas, artesanos y algún que otro vendedor de hot dogs.

La cita quedó marcada: a partir de las 6pm, en el Pier 60 (Muelle 60), frente a la Marina Municipal de Clearwater, visitantes y locales se suman al Sun-set Celebration. La juerga sigue hasta dos horas después de que el astro rey se retira.

Museo Kon Tiki

Dejamos atrás Lillehammer en el autocar hasta Borgund, donde visitamos la iglesia vikinga de madera más antigua del país. En Revnes nos embarcamos en el ferry que atraviesa la parte más hermosa de Fiordo de Sogn considerado el más grande del mundo.
Desembarcamos en Gudvagen y nos trasladamos a Bergen, la segunda ciudad en tamaño de Noruega y capital cultural de la zona.

Las antiguas edificaciones a la vera del viejo puerto de Bryggen retrotraen al pasado medieval en el cual fueron construidas. Un paseo por el bullicioso Mercado del Pescado y Flores permite comprar, a buen precio, deliciosas gambas y bocadillos de salmón. El recorrido culmina con una ascensión en funicular a la cima del Monte Floien para admirar una panorámica de Bergen y sus alrededores.

Otro ferry nos traslada por el fiordo de Eid hasta Oslo, la capital vikinga. Modernísimas construcciones conviven con colinas arboladas y hermosas vistas del fiordo de Oslo.

Las opciones para el disfrute son infinitas: una caminata por los muelles, un recorrido en barco o una visita al Parque Frogner, con las famosas esculturas de Vigeland que simbolizan el ciclo de la vida. Los amantes de la cultura no pueden perderse el Museo de las Naves Vikingas y el Museo Kon Tiki.

Un nueve día nos encuentra navegando hacia Dinamarca, en busca de los encantos de su capital, Copenhague. La ciudad concentra gran cantidad de lugares de interés histórico, como la Plaza del Ayuntamiento, el Museo Nacional, el Edificio de la Bolsa, el Palacio Real de Cristian-borg, el puerto de Nyhaven y la Sirenita, que se ha convertido en emblema de la ciudad.

Parque O'Higgins

O'Higgins. Entre las calles Beauchef y Rondizzoni está este antiguo parque, donado a la ciudad por don Luis Cousiño e inaugurado en 1873, que fuera diseñado por los paisajistas Arana Bórica y el francés Guillermo Renner.

Los santiagueños de fines del siglo XIX lo recorrían en coches a caballo y aún hoy sigue siendo uno de los paseos más populares.

Además de sus vistosos jardines y amplias avenidas, despliega múltiples atractivos: el famoso parque infantil Fantasilandia, una laguna con embarcaciones a pedal para disfrutar los días de sol, piscina, patinó-dromo, Museo Geológico y Paleontológico, Museo del Huaso, Acuario Municipal, Insectario, áreas de pie nic, restaurantes de comida típica, y venta de artesanías.

Turismo en Escandinavia

Fiordos, ríos, valles, y glaciares bañados por el curioso sol de medianoche y adornados con leyendas vikingas, hacen de Escandinavia un mundo de fantasías inolvidables.

El vuelo de Finnair aterriza puntualmente en Helsinki, la capital finlandesa que guarda sus tesoros históricos en la intimidad nocturna. Una vez desayunados, el paseo matutino por La Ciudad Blanca del Norte se inicia en la Iglesia Ortodoxa de la Trinidad y nos lleva hasta la Plaza del Senado y la Iglesia Luterana de Toumiorirkko.

Al caer la tarde, nos dirigimos al puerto para abordar el crucero de la Viking Line a Estocolmo. Bajo la noche estrellada, la nave se desliza buscando su paso entre las más de 24.000 islas que se extienden frente a las costas suecas y finlandesas.

La mañana fresca pero clara nos brinda una hermosa postal de la capital sueca a orillas del lago Malaren, asentada sobre 14 islas unidas entre sí por hermosos puentes.

Es verano y los suecos se vuelcan a los espacios públicos y cafés al aire libre. Visitamos el Museo Folclórico, el Museo del Barco, la Isla de Skansen y el Museo de Arte Moderno. El barrio antiguo de Cambia Stand nos sumerge en la Edad Media con sus callecitas empedradas, edificios históricos, anticuarios, librerías de segunda mano, ferias de artesanos y antiquísimos bares.

El camino a Lillehammer atraviesa los más variados paisajes de la provincia sueca de Varmland, poblada por bosques y lagos de gran belleza. Ya en Noruega, el primer contacto con la tradición olímpica de estas comarcas tiene lugar en Hamar, a orillas del lago Mjosa. Allí se yergue el pabellón olímpico con su curiosa arquitectura, que imita a un barco vikingo invertido.

Al aire libre en Londres

- Diana, Princess of Wales Memorial Playground. Este espacio de juegos es uno de los pocos tributos de la ciudad a la Princesa de los Corazones. Siguiendo el tema de Peter Pan -tradicionalmente asociado a los Kengsinton Gar-dens- el parque utiliza elementos naturales como arena, madera y rocas. En el centro está el barco del Capitán Garfio y un café al aire libre en los alrededores. De 10.30am a 6pm, todos los días. Kensington Gardens, W8. Estación Lancaster Gate.

- Teatro al aire libre. El Open Air Theatre en Regent's Park presenta una cartelera muy interesante para las noches de verano. Desde los clásicos de Shakespeare hasta "Los Piratas de Pezance". Queda en Inner Circle, Regent's Park. Estación Baker Street.

- Las Casas del Parlamento. Hasta el 29 de setiembre, existe la oportunidad de conocer por dentro las Casas del Parlamento. Los tours se realizan de lunes a sábados desde las 9.15am hasta las 4.30pm y duran aproximadamente una hora y cuarto, a un costo de US$5.

- Parques. En Hyde Park se alquilan reposeras por US$1 y la mayoría de los londinenses las monopolizan cuando sale el sol. El clima más benévolo permite los almuerzos al aire libre: lo mejor es pasar por alguno de los locales de Aroma o Pret a Manger, llevarse un snack a la Soho Square y comer en el césped rodeado de palomas y tulipanes.

Hotel Monte Pascoal

Siempre se dijo que Salvador no contaba con buena hotelería. Comentario por demás errado, ya que nos encontramos con una variedad muy numerosa y a la altura de los estándares internacionales de servicio.

El Hotel Monte Pascoal está ubicado en el barrio Barra, frente a la playa, a 20 minutos en ómnibus del Peló, lorge Martínez & Asociados ofrece un paquete de 7 noches de alojamiento en hotel categoría 4 estrellas con desayuno. Incluye además pasaje aéreo Mvd/Sal/Mvd, traslados y paseos. Precio: US$615 por persona, en base doble.

Un paseo gastronómico bahiano puede acarrear sabores demasiado picantes para lo que está acostumbrado nuestro paladar. Esté alerta. Esta cocina, de influencias portuguesas, brasileñas y africanas, se caracteriza por acompañar sus platos con salsa de malagueta y emplear mucho azeite-de-dende, que se extrae de una palmera originaria de África. Esto es lo que le otorga el sabor fuerte a las comidas.

Para poder adaptarse, la solución es aprender el significado de la palabra quente (picante). Pruebe de todo: las moquecas, una especie de guiso con camarones sazonados con coco, maní, castañas de cajú, cebolla, perejil, ajo, salsa de tomate y azeite-de-dende-, el vatapá, a base de mariscos o pollo, condimentado con coco, palta, pimientos verdes y dende-, y el acarajé, unos bollitos hechos con pasta de fradinho, que se fríen en azeite-de-dende, y se acompañan con camarones secos, pimiento y una salsa de cebolla y tomate a la vinagreta.

Entonces, cuando le pregunten si lo quiere quente. sabrá qué responder. Las bahianas también son excelentes reposteras. Imposible negarse a las cocadas, a las ambrosias (dulces de yema de huevó y canela) y a los brigadeiros.

Timeout en Gran Bretaña

TIMEOUT

Samuel Johnson dijo: "Cuando un hombre está cansado de Londres, está cansado de la vida"; una oferta diversa de entretenimiento es lógica cuando se considera a la masa multicultural de hedonistas que se intenta satisfacer.

El tiempo libre es algo que turistas y lugareños comparten sin resabios en esta ciudad definitivamente cosmopolita. Los lugares "típicamente turísticos"

Por último, en varias estaciones de metro se entregan diarios con las noticias frescas y los capítulos de la novela más popular de Gran Bretaña: los vaivenes de la familia real, ahora con la centenaria Reina Madre y una nueva protagonista, Sophie Ryes.

En una ciudad con tal eficiente sistema de transporte, la ubicación no lo es todo. Sin embargo, puede ahorrarle tiempo sí tiene pocos días. Siempre debe considerarse la cercanía a la estación del tube.

Los hoteles de precio medio rondan los US$100 por noche la habitación doble y se ubican en el distrito SW1. Abundan en torno a Paddington y Victoria Station los bed and breakfast, con un costo que oscila entre los US$65 y US$120.

La opción preferida por los jóvenes es alquilar un fíat (apartamento compartido); son monoambientes, algunos con baño privado y espacios comunes como cocina y hall. El costo, dependiendo la zona, es de aproximadamente US$400 por semana. Evite la zona 3 en adelante.

Turismo en Brasil

Los caserones e iglesias de sus empinadas calles transportan al pasado, a los oscuros tiempos de la esclavitud. Sin ir más lejos, pelourinho es el nombre del pilar sobre el que se castigaba a los esclavos.

Esas casas de tonos amarillos, celestes y rosados, de ventanas simétricas y tejas rojas fueron habitadas por las familias aristocráticas hasta fines del siglo XIX. Perderse en el casco histórico es muy simple. Pero con la misma facilidad se descubren rincones encantadores, aromas especiales y personajes novelescos.

Caminando entre mujeres vestidas típicamente llego al Pelourinho. Comienzo por su puerta de entrada, el Terrero de Jesús. La Catedral Basílica da Sé, erigida en el año 1657, posee varios estilos arquitectónicos, que van del renacentista al neoclásico. Con su frente en mármol y torres bajas, lo curioso es que fue construida con piedras numeradas, una a una, y traídas de Portugal para que fuesen montadas aquí. Al lado, el Museo Afro-Brasileño expone un exótico acervo de máscaras, estatuas y paramentos para el culto del candomblé, además de documentos relativos a la cultura negra de Brasil.

En el Peló hay varias iglesias que son verdaderas maravillas. La Ordem Terceira de Sao Francisco merece ser conocida. Su bellísima fachada original, toda en piedra de cantería cincelada, por 100 años quedó escondida bajo una carnada de cal. Restaurada en la primera mitad del siglo XX, es uno de los cuatro ejemplares que quedan en el mundo.

En su interior hay un importante museo de arte religioso y paneles de raros azulejos portugueses que retratan Lisboa, antes del terremoto de 1755. Más adelante, está la Iglesia de la Ordem Terceira do Carmo, fechada en 1636, con detalles neoclásicos y rococós. Además de la riqueza de su interior, posee un órgano francés, de 1836, con 436 tubos que todavía se encuentran en funcionamiento.

En la calle Gregorio de Matos está el imponente Solar do Ferrao, cuya construcción tuvo su inicio en 1690 y que fue por completo remozado. Actualmente, abriga el Museo Abelardo Rodrigues, que tiene la mayor colección particular de arte religioso del país, con más de ochocientas obras, entre pinturas, objetos, muebles y una imagen de Nossa Senhora da Conceigáo, del siglo XIV.

En frente está el Instituto de Artesanía Visconde de Mauá, centro de artesanía regional, y la Casa de Olodum, sede del famoso grupo musical, que acompañó al compositor americano Paul Simón y al cantor jamaicano Jimmy Cliff, en grabaciones internacionales. En la misma plaza, la Fundación Casa de Jorge Amado reúne alrededor de 40.000 documentos, entre diarios, revistas, fotografías y libros, que recorren la vida del autor. Por la ventana, se ve la iglesia de Nossa Senhora do Rosario dos Pretos, cuyo rosario negro en la parte inferior de la cúpula simboliza la fe de los esclavos.